Se
define como traviesa, o durmiente, a un elemento constructivo que es
necesario utilizar cuando se construye toda línea de ferrocarril.
Un
elemento que se lo coloca en posición perpendicular a cada riel de
vía, sujetando a cada uno de ellos a él mediante las denominadas
juntas de sujeción; la principal función es fijar y sujetar a ambos
rieles de vía, para que no vibren al paso de cada formación.
Por
lo pronto, el conjunto formado por “riel + traviesas ó durmientes”
al igual que las “juntas de sujeción”, son factores importantes
y de él depende -en parte- el comportamiento de todo el
funcionamiento del conjunto, brindando amortiguación y cierto grado
de resistencia y rigidez. Es decir, no sólo el riel debe ser de
buena calidad, sino que todo el conjunto.
Las
traviesas -o durmientes- antiguamente se los construían de madera,
ya que aportaban un cierto grado de elasticidad al paso de las
formaciones, luego se difundió la construcción con hormigón
armado, por su gran solidez y rigidez, por lo que su uso trajo
consigo que se tuvieran que modificar las juntas de sujeción y
adaptarlas a la nueva construcción; en ambos casos el costo de
construcción y/o mantenimiento son elevados.
En
líneas generales, todos aquellos países con cierto peso y
trayectoria ferroviaria diseña y construye sus propios modelos
adaptándolos a sus necesidades e infraestructuras.
Luis
E. Morell Hernández.
Fuente de imagen: www.pixabay.com
Luisem.-
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