Una formación del tren japonés de
tecnología "maglev", que utiliza imanes superconductores a
bajas temperaturas consiguiendo de este modo suprimir la resistencia
eléctrica e incrementar la velocidad, ha logrado batir su propia
marca, desarrolló una velocidad de 603 km por hora, cuando en un
pasado no muy lejano este mismo tren había llegado a los 590 km por
hora.
Japón prueba desde desde el año
1997 esta tecnología con el objetivo es unir las ciudades de Tokio y
Nagoya, hacia el año 2027, con trenes capaces de transportar a mil
pasajeros realizando el trayecto en menos de cuarenta minutos, frente
a los cien que dura actualmente el trayecto.
La línea Chuo Shinkasen que unirá
las ciudades de Tokio y Nagoya respectivamente, lo hará a través de
un terreno montañoso, por lo que obligará a construir, casi un 80%
del trazado bajo tierra a través de túneles.
Además del proyecto Tokio-Nagoya,
JR está desarrollando otros proyectos como respuesta a la gran
demanda de tecnología maglev en Japón, donde ya circulan trenes de
alta velocidad como el Shinkasen (o tren bala de Tokio) que alcanza
los 320 kilómetros por hora.
Uno de los proyectos más destacados
en el que el operador japonés n ya está trabajando es el que unirá
las ciudades de Tokio con Osaka, en el año 2045, se estima que en
una hora y siete minutos cubrirá el trayecto, la mitad de lo que
dura el viaje actualmente.
Fuente:
Revista Vía libre. Artículo publicado el día 08 de noviembre de
2016. (Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
Fuente de imagen: Sitio Web
Visualoop.com
Luisem.-
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